Del acta de la Independencia de las Provincias Unidas, que se declaró en Tucumán el 9 de julio de 1816, se hizo una traducción en las lenguas autóctonas americanas, para que el texto se difundiera entre los pueblos del Alto Perú.
El historiador Bonifacio del Carril, erudito en materia de antiguas ediciones argentinas, escribió que el primer impreso del acta apareció en "La Gazeta de Buenos Ayres" un mes más tarde, el 17 de agosto, y que el 26 se publicó otro, en "El Redactor del Congreso". La corporación dispuso que la casa Gandarillas, que imprimía "El Redactor", hiciera una tirada aparte, en hoja suelta. De la misma, debía enviarse a Tucumán la cantidad de 3000 ejemplares.
"En la sesión del 29 de julio -expresa Del Carril- se acordó prevenir al Supremo Director del Estado (que era entonces Juan Martín de Pueyrredón), para que de estos 3.000 ejemplares, 1.500 se imprimieran en castellano, 1.000 en quichua y 500 en aymará, luego de que fuesen remitidas las traducciones en estos idiomas".
Comisionado para encargarse del respectivo trabajo, fue el doctor José Mariano Serrano, congresal por Charcas. Hace notar Del Carril que eso "no quiere decir, por cierto, que Serrano haya tomado a su cargo la tarea de realizar él mismo, personalmente, las traducciones, como alguna vez se ha afirmado", aunque "no debe descartarse la posibilidad de que Serrano, oriundo del Alto Perú, tuviese conocimiento de estas lenguas". El órgano del Congreso, "El Redactor", solamente dice "que se comisionó al diputado Serrano para que remita las traducciones de las actas". Estas fueron remitidas al general Manuel Belgrano, para que las distribuyese en el Alto Perú.